Blogia
M ä r U

No es culpa mía

No es culpa mía - No has tocado el acordeón, nada de nada.
- 'Ya lo sé, pero no es culpa mía si me están frustrando'

Esta breve conversación es la que acabo de tener hace un minuto escaso... yo estaba aquí, paseandome entre los blogs de la gente, detenida en uno cuyo contenido creo no debería especificar, que me tenía transportada a otro mundo. Creo que mi madre se ha quedado sin nada que decir, y ha continuado planchando, yendo de un lugar a otro con camisas, chaquetas y calcetines.
Yo llevo aquí dos horas, leyendo, con los ojos como platos, cosas que no debería. O que desde el punto de vista de la gente, probablemente no comprendo y por eso no tengo que leerlo, o que la gente no quiere que lea porque mi mente puede transformarse en una sucia fuente de malos pensamientos... Seguro que habeis deducido quien puede ser 'la gente'...
Yo misma me he sorprendido de esa frase tan tajante, que ha llenado de palabras un silencio injusto. Esa frase, que he dicho fruto de la inspiración que acarrea el leer dos horas pensamientos, deseos, sueños y paranoias de anónimos, esa frase es tan cierta como que las estrellas brillan, y tan injusta como que no podemos acceder a ellas.
No es culpa mía si me están frustrando... claro que no lo es, ya no soy aquella, que en el 2001 se presentó al certamen más importante de España con las manos cargadas de movimientos, con la mente a rebosar de trabajo, con las horas libres de las semanas anteriores envueltas en sacrificio... No, ya no soy esa. La ilusión se ha escondido, la ilusión no está de mi lado, me la han arrebatado. Han quitado de dentro de mi un posible futuro que me gustaba, una carrera, una ilusión en definitiva. No hay perdón para ellos, no hay compasión. El simple hecho de actuar frente a los mejores de Europa, sólo eso, que me vieron, que me evaluaron y me otorgaron la posibilidad de estar en una final.... frente a ellos que dijeron que vivía las obras y las expresaba desde dentro de la partitura. Claro que me sacaron defectos, pero para mí, fue un privilegio...
Ya no hay más de eso, ya no hay más música. Es mi intento frustrado de ser alguien en el presente, es el signo de impotencia frente a las barreras infranqueables.
Porque yo... yo no soy nadie. Tampoco soy nadie para luchar por que me devuelvan mi futuro, porque no sé con quién luchar. Son todos y ninguno. Y antes mencionado ya el rencor, vive dentro de mí, negandose a ceder y negando una compasión, que nadie me pide.

0 comentarios