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Tren sin destino

Tren sin destino Las luces de colores dibujan un espejismo de vida entre la oscuridad de las noches de los días de diario... es verano...
El calor no se nota, pero se siente y palpa en el ambiente. El viento corre, los niños también.

Coches, luces... gente. No demasiada, la suficiente. Son las once de la noche, y el aire que se respira no huele a lo que huele el aire ante la luz del sol. Vista... olfato... ¿oido?

No hay ruido, porque la música me impide oir más allá... es una sensación preciosa, que te hace sentir viva. Viva, más viva de lo normal. No importaría perder nada de lo que tienes, es un paréntesis... caminas, vas sola. Simplemente te sientes agusto contigo y con el alrededor, quizá porque abstrayendolo el alrededor se reduce a nada, absolutamente nada...

Retrocedamos la vista, la estación de tren es preciosa, los trenes lo son. Son maravillas de la ingeniería, escenarios de imaginaciones perdidas. De mi imaginación perdida. En un tren nocturno, cuando estás sola, sueles creer que toda la locura tiene sentido, que cualquier cosa que hagas va a servir, va a valer, su sinsentido le proporcionará un valor inimaginable. Me gusta viajar de noche, en tren. Me gusta mirar por la ventana, con todo alrededor moviendose a una velocidad incierta, es una metáfora de ti misma. Sientes que estás parada, mirando como todo se mueve... mirando hacia el mundo, y según acomodas la vista te ves tú, o ves al mundo. De repente todo ese sinsentido comienza a conquistarte y ves la imagen reflejada de ti misma ante ese paisaje que se desplaza de derecha a izquierda... de izquierda a derecha... Y olvidandote de tal o cual problema, y dejando que el cansancio libere tu instinto, piensas en que es una verdadera pena estar sola cuando más puedes mostrar de ti misma. Cuando más abstracta y a la vez real existes, y cuanto más loca y cuerda estás a la vez.

Mi imaginación es perfecta en los trenes... luego te bajas, y entras en el mundo, apenas hay nadie. ¿Porqué la oscuridad nos esconde en casa? Es cuando más podemos iluminar, la luz del sol nos ciega, adormece y espanta. Siempre con un protagonismo desmesurado por ser el astro rey... La oscuridad es el lugar perfecto para enseñar de verdad quienes somos. La noche y sus estrellas, la luna y su cara oculta...

Y después, al entrar en ese mundo observado minuciosamente a... 150 km/h? caminas, deambulas, observas, relatas en tu mente... llegas a casa...
Y desearias tener dinero para irte lejos en un tren, coger otro tren, y vivir de esa manera. En la noche, a gran velocidad, mirando por la ventana... y dejando volar la imaginación. Aunque de cuando en cuando, pasemos a otro vagón, a hacer esas fantasías realidad. Mundo de locura, mundo de cordura. El mundo es un lugar donde todos mis sueños, se harán realidad. Loca, o cuerda, todo es relativo...

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